El derecho a la salud oral de las personas mayores en el contexto de la universalización en salud.
El número de personas 60 o más años está aumentando rápidamente, y lo seguirá haciendo a un ritmo acelerado sin precedentes en la historia de la humanidad (OMS, 2015). En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha declarado la “Década del Envejecimiento Saludable, 2021-2030”, con el objetivo de alinear acciones y recursos para mejorar la vida de las personas mayores, sus familias y comunidad (ONU, 2020).
En este contexto, recientemente se ha propuesto relevar la atención de salud centrada en la persona mayor fundamentada en la noción de que las personas mayores son más que el conjunto de sus trastornos o enfermedades; todas las personas, sea cual sea su edad, tienen experiencias, necesidades y preferencias particulares. Implementar estrategias basadas en una atención centrada en la persona, permite abordar las necesidades de salud y de asistencia social de manera integral en lugar de concentrarse en trastornos o síntomas aislados (OPS, 2020).
Paralelamente el concepto de Cobertura Universal en Salud o Cobertura Sanitaria Universal (CSU), es cada vez más reconocido como objetivo de los Sistemas de Salud. Sus metas finales son: mejorar la equidad en el uso de los servicios de salud necesarios, mejorar la calidad de los servicios y mejorar la protección financiera (14). Se puede interpretar como la expresión en la práctica del derecho a la salud. La CSU busca “garantizar que todas las personas tengan acceso a los servicios de salud necesarios de promoción, prevención, curación y rehabilitación, de calidad suficiente para ser efectivos”, al tiempo que garantizan que las personas no sufran dificultades financieras al pagar por estos servicios. Sin embargo, la salud ¿oral? es uno de los aspectos más ignorados en el proceso de establecimiento de políticas macrosanitarias. Y a pesar de que la salud ¿oral? es crucial para la salud general, el bienestar y la calidad de vida de la comunidad, muchos planes y estrategias de salud globales no han considerado adecuadamente esta área.
Se sabe que el nivel de salud de las personas dependerá fundamentalmente de las condiciones en las que la gente vive y trabaja, lo que se conoce como Determinantes Sociales de la Salud (DSS). Las inequidades son diferencias en los niveles de salud que son consideradas injustas y evitables, por lo que pueden ser prevenidas y remediadas. Las marcadas disparidades que caracterizan los problemas de salud oral afectan principalmente a las personas y comunidades más desfavorecidas que incluyen a los adultos mayores, por lo que el descuido de la salud ¿oral? también tiene un impacto negativo en la equidad en salud. Históricamente, los servicios odontológicos han sido tratados como partes no esenciales de los sistemas de salud y relegados a la responsabilidad personal. Es por esta razón que los programas financiados con fondos públicos, son la principal fuente de cobertura en salud ¿oral? para poblaciones marginadas y vulnerables. Para reducir estas desigualdades la salud bucal y el acceso a los servicios dentales deben reconocerse de manera similar a otros servicios de salud bajo la cobertura sanitaria universal.